La Asociación de Criadores de Cabra de Fuerteventura (ACCF), ha publicado recientemente «¿GASTO o INVERSIÓN? Guía práctica para la compre de sementales».
Con el fin de conocer las razones y contenidos de esta publicación, entrevistamos al autor de la guía, el Dr. Gabriel Fernández de Sierra.
¿Por qué una Guía práctica para la compra de sementales?
R: Entre las múltiples actividades a la que se enfrentan los ganaderos en el que hacer de una granja, encontramos a la compra de sementales.
La adquisición de machos está originada en la necesidad de producir un cambio genético en los rebaños (incrementar la producción lechera, incrementar el rendimiento quesero, mejorar los caracteres morfo-funcionales o reducir/evitar la aparición de consanguinidad) y por ello la correcta elección de los machos, es clave para que la compra sea un éxito..
Cuando la raza no cuenta con un Libro genealógico ni un plan de mejora genética, la oferta de machos es uniforme, no hay información oficial ni objetiva de los animales y la elección de los machos se limita a la exhaustiva inspección de cada animal, apoyándose en el conocimiento que el ganadero posee sobre el prototipo racial y la conformación morfológica ideal para la raza.
En cambio, sí la raza está respaldada por una asociación de criadores que gestiona un programa de cría, el mercado de machos presenta una mayor variabilidad. Los animales cuentan con información oficial y objetiva y la cantidad y calidad de la misma dependerá del nivel de participación del criador dentro del Programa de cría de la raza.
Este es el escenario en el cual se encuentra la raza Majorera, que en 2012 inicia su programa de cría y hoy cuenta con ese amplio espectro de machos, que abarca desde machos inscritos en el libro genealógico hasta animales evaluados genéticamente. Por esta razón, creemos que es importante el aporte que significa para el sector esta guía dando las pautas para interpretar y valorar esa información y hacer la mejor elección, tanto desde el punto de vista genético como económico.
¿Cuál es la clave para una compra «inteligente» en el caso de una raza que lleva adelante un Programa de cría, como es la Majorera?
R: Para una compra sensata la clave es seguir una estrategia. Ésta puede resumirse en tres acciones:
- La primera acción es definir el tipo de machos que estamos buscando: ¿queremos mejorar la producción de leche? o buscamos mejorar el rendimiento quesero? o tal vez el objetivo sea introducir»sangre nueva» en la granja para evitar la consanguinidad? Esta es una reflexión importante que el comprador debe realizar antes de salir a buscar sementales.
- La siguiente acción es identificar las ganaderías en donde pueda encontrarse el tipo de machos que definimos necesarios para nuestra granja. Aquí debemos agotar todos los medios y contactos disponibles, para asegurar la identificación de esas granjas.
- Por último, tenemos la acción más importante: la elección de los candidatos a comprar dentro de la oferta de machos de las granjas seleccionadas. Aquí es importante, además de recopilar e interpretar toda la información oficial disponible de cada animal, realizar la inspección visual y detallada de cada candidato. Como resultado de ese análisis de la información e inspección individual, elegiremos los animales a comprar.
¿Cuáles son los principales aspectos o características que deben buscarse en los machos a comprar?
R: Teniendo en cuenta que los machos son los «difusores de la mejora genética», ya que en un año pueden tener un gran número de hijos, los aspectos con una base genética son los más importantes. Pero otro aspecto importante ha considerar es el estatus sanitario de los machos que se vamos ha incorporar a nuestra granja. Estos machos deben provenir de ganaderías que tengan una clasificación sanitaria igual o mejor a la nuestra, evitando así introducir enfermedades que no están presentes en la explotación. Esto ha de complementarse en la nueva explotación, con medidas de contención y de manejo de los sementales comprados que nos permitirán la incorporación de los machos al rebaño, sin generar un riesgo sanitario.
¿Para cuando la presentación de la guía?